Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Cantante fue sobreseído tras acusaciones que la Justicia comprobó que eran falsas

Se trata de un hombre de apellido Utges, reconocido en el ámbito musical de La Rioja, quien tiempo atrás había sido denunciado por presuntos hechos de violencia de género, entre ellos supuestas amenazas e incumplimiento de perimetral. Finalmente, la Justicia descubrió que las acusaciones no eran ciertas y se instó a iniciar acciones contra la mujer por "falsa denuncia".



El año pasado tomó estado público un caso en el que una mujer había denunciado a un reconocido cantante local, de apellido Utges. La misma había relatado que recibía constantes hostigamientos y amenazas por parte del artista a través de redes sociales, mensajes que presentó ante la Justicia, otorgándosele un dispositivo de geolocalización, también llamado tobillera electrónica.

Posteriormente, el hombre fue acusado por presunta desobediencia, ya que habría incumplido la perimetral que se le había impuesto, prohibiéndole el acercamiento hacia la supuesta víctima, como así también los actos de hostigamiento.

Siguiendo esta línea, desde la Justicia indicaron que, tras una investigación exhaustiva realizada, se pudo determinar que las acusaciones eran falsas, por lo que se estableció el sobreseimiento de Utges. Asimismo, para llegar a esta resolución, durante la investigación se analizó el celular del imputado, el cual no contenía ningún elemento que pueda relacionarlo con los presuntos hechos, como así también se utilizó tecnología de software para determinar de dónde provenían los mensajes que la mujer había recibido, evaluando las direcciones IP, y descubrieron que provenían de su domicilio, por lo que dichos mensajes eran enviados desde su propia casa.

A partir de esto, la jueza Gisela Flamini, que estaba a cargo de la causa, sobreseyó a Utges e instó al Ministerio Público Fiscal que comience una causa contra la mujer por “falsa denuncia”, invitando también al artista a iniciar acciones contra la misma por el daño generado, tanto moral como económico, teniendo en cuenta que se trata de una figura pública.