El director ejecutivo de PAMI, Esteban Leguízamo, ha anunciado una serie de medidas urgentes luego de que relevamientos preliminares revelaran que la obra social se encuentra en un estado de alta vulnerabilidad financiera. Según Leguízamo, "PAMI es un paciente que está en una situación crítica".

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A pesar de mantener un balance presupuestario negativo durante varios meses, la gestión anterior había estado utilizando ahorros para compensar este déficit. Sin embargo, las nuevas autoridades han optado por no seguir esta práctica para preservar la salud financiera del Instituto.

Como parte de las medidas adoptadas, se ha decidido simplificar la estructura organizativa de PAMI, reduciendo casi a la mitad los rangos jerárquicos. Además, se han puesto bajo revisión todas las obras de infraestructura de salud, reformas y modificaciones hasta que sean debidamente auditadas, lo que representa un ahorro estimado de 90 mil millones de pesos que se destinará a sostener las prestaciones del Instituto.

A pesar de estas acciones, los números indican que aún persisten dificultades financieras que requieren una atención inmediata. Leguízamo ha destacado que la gestión actual heredó una situación de extrema fragilidad económica debido al gasto descontrolado e indiscriminado de los aportes de los jubilados argentinos por parte de la administración anterior.

Ante la incertidumbre, Leguízamo ha tranquilizado a los afiliados, asegurando que el equipo de PAMI está trabajando arduamente para revertir la situación y garantizar las prestaciones necesarias. "Esta gestión pone la eficiencia al servicio de la salud, cuidando los recursos y brindando una atención de calidad a todos los afiliados", afirmó.

En esta etapa, la dirección ejecutiva está enfocada en resolver las dificultades del sistema prestacional para los jubilados y pensionados, tomando las medidas necesarias para lograr un PAMI más eficiente que garantice una atención de calidad para todos los afiliados.

 

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