Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

26/04/20

Adultos mayores y aislamiento, una oportunidad para la empatía y la innovación

La conexión humana está en el centro del bienestar humano. Aislados sufrimos. Para muchísimos adultos mayores, el aislamiento social obligatorio de estos días, no difiere dramáticamente de su transcurrir cotidiano pre-coronavirus. La soledad y los obstáculos para ser partícipes integrados de nuestra sociedad son problemáticas habituales que impactan negativamente en la calidad de vida de gran parte de ellos.



Por Flora Proverbio y María Victoria Bernardez

Estos días muchos estamos forzosamente aislados. Este hecho nos conecta con nuestra fragilidad, mientras que un “afuera” peligroso nos recuerda que somos vulnerables. 

Desde diferentes ámbitos, el parate obligatorio nos impacta profundamente y pareciera darnos la oportunidad de reflexionar con la esperanza salir transformados: Cuando esto acabe ¿Qué vamos a haber aprendido? ¿Cómo seremos una sociedad mejor?  

En esa misma línea optimista podríamos preguntarnos ¿Será el aislamiento social obligatorio una oportunidad para ser empáticos con los adultos mayores ? ¿Será esta situación coyuntural que hoy nos impacta, un disparador de la creatividad e innovación en torno a la problemática del aislamiento de este grupo?

Empecemos hablando de Empatía …

Dicho en forma simple, la empatía es la ¨Capacidad de ponernos en los zapatos del otro¨. Este aislamiento forzoso, nos impone un ejercicio de empatía al hacernos sentir en carne propia el impacto emocional del aislamiento social. Según Brené Brown, académica y escritora estadounidense, profesora e investigadora en la Universidad de Houston,  empatía es “una habilidad que nos permite conectar con las emociones de una persona”. Ser empático implica: 

·        Tomar la perspectiva del otro: ¨perspective thinking¨

·        Escuchar sin emitir juicios

·        Reconocer las emociones de los demás

·        Y comunicar todo esto… dejando en claro que se entiende lo que el otro está sintiendo

 

El problema está en que muchas veces confundimos la empatía: “siento contigo¨ con la simpatía: “me siento mal por ti¨. La empatía nos conecta y la simpatía nos desconecta.

Si bien la situación del aislamiento social en los adultos mayores no es nueva, ¿Por qué no pudimos empatizar antes? Hay 4 motivos por los cuales a todos nos cuesta empatizar:

·        Nos ponemos en el lugar de ¨Fixer¨ en lugar de conectar con su situación pasamos rápidamente al plano de las soluciones sin un entendimiento de su contexto real y las barreras que este representa. 

            No queremos perder el foco en lo que estamos haciendo: Estamos tan ocupados y apurados con deadlines y métricas que no podemos acompañarlos al ritmo que necesitan.

·        Nos ponemos a la defensiva: Ante un reclamo de más atención, enseguida encontramos excusas para explicar por qué no tenemos tiempo, recursos o infraestructura para integrarlos.

·        Hablamos más de lo que escuchamos: Ser empáticos lleva tiempo, en lugar de escuchar lo que nos dicen y entender sus sentimientos, rápidamente sacamos recetas, slogans y fórmulas mágicas que son buenas para nosotros, pero no necesariamente para ellos. 

Hoy estamos ante una gran oportunidad para Hackear todas aquellas barreras de la empatía con los adultos mayores, y se llama ¨Aislamiento Social y Obligatorio¨. Forzosamente estamos en  sus zapatos y nos estamos sintiendo un poco como ellos.

Del Aislamiento a la Empatía y de la Empatía a la Innovación

El aislamiento al que estamos siendo sometidos sin duda nos ayuda a desarrollar la empatía con nuestros adultos mayores y esta empatía, puede ser la antesala de un experimento de innovación ¿Por qué?

Porque la empatía es la base del diseño y la innovación. Sin la comprensión de lo que los demás ven, experimentan y sienten, el diseño y la innovación agregan poco valor real.

Solo aprendiendo sobre las dificultades que enfrentan otros en relación a su entorno, mirando el mundo desde su perspectiva, es que podemos mejorar sus realidades.

Ojalá logremos transformar esta experiencia que todos estamos viviendo, en ideas factibles para mitigar el aislamiento que viven muchos de nuestros adultos mayores en su día a día, salir de los ¨esquemas de aislamiento social impuestos¨ y transitar hacia una mejor versión como personas, familias, estado y sociedad.  

Diseñemos juntos un mundo en el que los mayores puedan compartir toda su riqueza y experiencia con el resto nosotros, que no somos viejos, pero que pronto lo seremos.