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08/06/20

¿La ética del capitalismo?

Hoy, el Papa Francisco nos convoca a la cultura del encuentro, afirmando que la unidad es superior al conflicto y la realidad es superior a la idea. Al concepto del Papa Francisco, sobre la “unidad y el conflicto” y la “superioridad de la realidad a la idea”, debemos agregarle, también, la ética, que servirán para intentar penetrar en la conducta moral del capitalismo.



Por Guito Vergara

¿Cuál es, entonces, la ética del capitalismo? ¿La ética de las convicciones o la ética de las responsabilidades? Vietnam, Irán, la bomba de Hiroshima, Afganistán, el golpe de estado a Salvador Allende presidente de Chile o la tragedia de golpe militar de 1976 en la Argentina. ¿Todas ellas son parte de la ética capitalista? ¿Son ellos los responsables?

Hoy, la humanidad toda atraviesa una crisis simultánea, una crisis de integración mundial. El colapso financiero de estos tiempos como resultado de la tragedia desatada por el Covid 19, deja en evidencia la ausencia de rumbo del proceso evolutivo de la integración humana. También deja en evidencia el gran fracaso del capitalismo – con miles de muertos y desocupados - para controlar la pandemia sanitaria, donde la avaricia, en el desarrollo de acumulación de bienes, no tienen límites y ha quebrado todas las reglas de convivencias, que ponen hoy, en alerta roja el desequilibrio de la esencia misma de la naturaleza. Estamos ante una fenomenal crisis global y guerra transgénica (Covid 19).

La ética capitalista no puede “lavarse las manos”. Lo más concreto que podemos apreciar hoy es que se ha derrumbado la estabilidad hegemónica de la integración financiera, ha perdido su legitimidad a nivel mundial, por el trato inmoral del capitalismo en su relación con el hombre y su medio ambiente. Han destruido todo el sistema ecológico del planeta. La globalización financiera entro en mutación y EEUU pagara el costo de haberse aliado a un modo de acumulación desvinculado de la producción. En los tiempos que atravesamos – Covid 19 de por medio – se imponen múltiples interrogantes de cómo y desde donde pensar las repuestas, ante sucesos cuya dimensión y complejidad alimentan transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales sin precedentes.

La crueldad de la ética del capitalismo, de la concepción dominante hacia las mayorías sociales, a partir de una década de triunfalismo desbordante – con el fin de la historia; el Nuevo Orden Mundial; el individualismo egoísta como parte de una cultura materialista, superficial y consumista; el discurso del único camino y la globalización neoliberal, se estrelló de punta a punta del planeta instalando una pandemia sanitaria con miles de enfermos y muertos. El caos en todas partes del mundo. El brutal proceso del avance de la pobreza mas las consecuencias del virus Covid 19 marca sin dudas el derrumbe de las políticas liberales.

En nuestro país, la Argentina, tiene su historia de gloria y decadencia; el Covid 19 ha llegado para desmenuzar las contradicciones de un país rico, pero, que sin embargo tiene más de la mitad de su población pobres, con una salud publica desmantelada, con la educación y los espacios público en marcha a políticas de privatización y una inmensa deuda externa.

El Proyecto de Perón y Evita de JUSTICA SOCIAL, de INDEPENDENCIA ECONÓMICA y de SOBERANÍA POLÍTICA aún hoy sigue marcando la esperanza y los sueños de una Argentina pujante. Lo que no pudo aniquilar la dictadura del General Videla, lo hizo la corrupción y el olvido. Hoy mismo sus impostores lo siguen usando: bajo el “paraguas” del General, se cobijaron todo tipo de arribistas e impostores que censuraron el corazón del proyecto.

Necesitamos rescatar la idea y el plan de Perón. Pero mientras tanto, se ha ido fortaleciendo, con la complicidad de algunos sectores de la política, la llamada burguesía nacional, hija del capitalismo de amigos y nutrida por una creciente corrupción con fondos públicos o mediante el cobro de jugosas comisiones que brindan corporaciones locales y extranjeras, a cambio de impunidad en sus políticas de depredación y despojo. Esa “burguesía nacional” vacila igual que en resto del mundo sin poder controlar los efectos de la desintegración financiera producto del Covid 19.

El mundo nunca más será el mismo. Hoy, el Papa Francisco nos convoca a la cultura del encuentro. Pero el encuentro, no podrá construirse solo desde el pasado, sino desde hoy y hacia el futuro con el aporte plural de todos “para la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nacion”.