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Los alimentos siguieron al alza y los impuestos nacionales cobraron relevancia

En el interior del país, la suba fue del 2,9% en relación a marzo, de acuerdo con el relevamiento de la Fundación COLSECOR. En CABA el aumento se ubicó en 2,2%. En tanto, un estudio privado refleja que el peso de los impuestos en la actividad de productos esenciales de la canasta alimentaria como carne, leche y pan -y que explican parte de su precio final- ya superan la ganancia.



Los precios de los alimentos siguieron su raid alcista durante el mes de abril tanto en la ciudad capital como en las localidades del interior que releva la Fundación COLSECOR, y la participación de los impuestos empezó a ser más gravitante en su composición.

Si bien, la suba promedio observada hacia el interior de siete provincias argentinas (2,9% intermensual) es inferior a la que se registró en marzo pasado (4,9%), la tendencia a la suba no logra revertirse pese a los esfuerzos del Gobierno.

Lo mismo sucedió en CABA, donde el rubro Alimentos y Bebidas no alcohólicas subió 2,2% en abril, según el Índice de Precios al Consumidor de Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) que monitorea la Dirección de Estadísticas porteña.

En este contexto, empiezan a aflorar otros componentes significativos en la conformación del precio final como es la carga impositiva.

De acuerdo con un trabajo realizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), los impuestos acapararon en abril buena parte del costo/precio de los productos esenciales que consumen los argentinos. Según se analizó, “1.000 de cada 4.000 pesos que pagamos en carne, leche y pan, son impuestos”, precisando que “en el total de impuestos a estos alimentos: 3 mil de cada 4 mil pesos, corresponden a gravámenes nacionales”.

En el caso de la carne, FADA puntualizó que “el precio está compuesto por un 60% de costos”, indicando que “para llegar a los bifes que compramos es necesario un proceso que lleva mucho tiempo, con costos importantes como la tierra donde se crían los animales, la sanidad y la alimentación, el transporte, y el personal”. En tanto que hay 25% de impuestos y 15% de ganancias.

Por el lado de la leche, especificó que “67% son costos, 26% son impuestos y sólo un 7% ganancias” y expuso que “para el tambo, los costos que más subieron en esta última medición fueron la alimentación de las vacas y todo lo relacionado con la comercialización”.

En el caso del pan, reveló que, desde el campo a la mesa, el precio se multiplicó 12 veces, detallando que en el proceso se incluye “60% de costos de producir el pan, 24% de impuestos y 16% de ganancias”.

Antonella Semadeni, economista de FADA, detalló que “los impuestos que se destacan son: el IVA a nivel nacional, Ingresos Brutos en lo provincial y las tasas a industrias y comercios a nivel municipal”.

Al referirse a la composición final del precio de los alimentos, aseguró: “que los impuestos superen la ganancia, es una situación que puede tornarse injusta ya que, por ejemplo, en la cadena de la leche todo el proceso productivo está afectado por cuestiones climáticas, sujeto al precio del maíz con el que se alimentan las vacas, a los productos relacionados con la salud de los animales, al del combustible para el transporte… son muchas las variables. En medio de todo eso, el Estado, a través de los impuestos, está presente en todos los eslabones y no afronta ningún riesgo”.

 

 El debate que se viene

Hace unos días, el ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que su cartera tiene en estudio una reforma impositiva que incluye "dividir el IVA", medida con la cual la Nación cobraría una parte del impuesto -de entre 9 y 10%- y el resto quedaría en manos de lo que defina cada provincia.

La idea, según adelantó a la prensa, es generar una "competencia fiscal" entre las provincias, que incluirá también lo que ocurra con Ingresos Brutos.

El IVA es la principal fuente de recaudación y grava el consumo de bienes y servicios en todo el territorio, incluida la mayoría de las transacciones comerciales, con una alícuota general del 21%. Y lo recaudado se coparticipa entre Nación (46%) y las provincias y CABA (54%). Lo que se busca ahora es descomponer la alícuota de manera que cada parte reciba ingresos en función de la tasa que cada una establezca.

 

En el primer cuatrimestre

El relevamiento de la Canasta Alimentaria que la Fundación COLSECOR realizó en 29 localidades de 7 provincias argentinas reveló además que un adulto equivalente necesitó en marzo 150.847 pesos para no ser indigente. Esa cifra fue 36% superior a la requerida en igual mes de 2024, lo que muestra además un incremento acumulado de 12,4% en el primer cuatrimestre del año.

En tanto, una familia compuesta por dos integrantes adultos mayores necesitó en marzo de 226.270 pesos; una de tres precisó 371.083 pesos; un tipo compuesta por dos adultos y dos menores en edad escolar necesitó 466.116 pesos; mientras que una de cinco requirió de 490.252 pesos para adquirir lo básico para su subsistencia.

Por su parte, en CABA, los alimentos están 39,4% por encima de abril de 2024, y acumulan un 11,9% de incremento desde comienzos de año.

 

 La Fundación

La Fundación COLSECOR nació en 2018 con el fin de promover a la Economía Social como factor de desarrollo para las localidades donde las cooperativas de prestación de servicios audiovisuales y digitales se encuentran insertas. Su presidente honorario es José "Pepe" Mujica.