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Día del Canillita: Una tradición que se mantiene con el paso del tiempo

Hoy se celebra en todo el país el Día del Canillita, en homenaje a los vendedores de diarios y revistas. La fecha recuerda al dramaturgo Florencio Sánchez, autor de la obra "Canillita".



En esta capital, figuras como Luis Alberto “Pasculli” Maldonado y Cristian Passeri mantienen viva una labor que, aunque transformada, sigue siendo símbolo de esfuerzo y cercanía con la gente. Cada 7 de noviembre, los canillitas de Argentina celebran su día, una jornada que desde 1947 reconoce el trabajo de quienes, durante generaciones, llevaron el diario casa por casa.

La fecha conmemora el fallecimiento del dramaturgo Florencio Sánchez, creador de la obra “Canillita”, en la que retrató a un joven vendedor de diarios de pantalones cortos, dejando ver sus “canillas”. Desde entonces, el término se transformó en sinónimo de repartidor de prensa. Como es tradición, no se imprimen diarios ni se realiza la venta callejera, en respeto al día de descanso de los trabajadores del sector, cuya labor fue fundamental durante décadas para mantener informada a la comunidad.

Entre quienes mantienen viva esta histórica labor se encuentra Luis Alberto “Pasculli” Maldonado, un canillita riojano con 44 años de trayectoria. “Siempre llevé el diario casa por casa, en ese momento salíamos a las cuatro y media de la mañana a repartir —cuenta—. Ya tengo mi clientela, aunque ahora en menor cantidad”. “Nos arruinó la pandemia, porque trabajábamos bien y después bajó todo”, recordó Maldonado, quien vio cómo el avance digital cambió los hábitos de lectura. “No es que la gente dejó de leer el diario, sino que ahora lo hace digital. Ya no sale tanto el papel. Ahora solo vendo el semanario”, explicó.

A pesar de los cambios, Pasculli sigue firme en su rutina: “Yo estoy desde las 9 de la mañana cuando salí el diario y me voy a las 9 de la noche. Siempre me mantuve con esto. Antes se vendía mucho más, pero uno conserva a sus clientes más antiguos” y aclaró “ahora lo hago con el Semanario”. Además de los diarios, también ofrece telebingo y telekino, una tradición que lo acompaña desde sus primeros años en el oficio. Otro de los referentes del rubro es Cristian Passeri, con 20 años de experiencia como canillita, quien reflexionó sobre los nuevos tiempos. “Las personas grandes son las que leen más. Yo creo que buscan sentir la tinta, sentir el papel en sus manos.

Eso se pierde con la tecnología”, comentó. Passeri recordó sus primeros años de trabajo: “Cuando salía todos los días tenía mi puesto en la rotonda del Cabezón, en la Llama Votiva. Pero luego de la pandemia empezaron a venderse menos revistas, así que empecé a repartir. Ahora tengo algunos clientes fijos”, contó. La transformación del oficio también impactó en su economía: “Luego de que se dejara de vender el diario todos los días, tuve que salir a buscar otros trabajos”, explica.

Ambos testimonios reflejan una realidad compartida: la de quienes dedicaron su vida a repartir noticias, historias y esperanzas, y que hoy, pese a los cambios tecnológicos, siguen siendo parte del paisaje cotidiano de la ciudad.