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29/07/20

Favaloro: A 20 años de un suicidio inexplicable

El inesperado suceso ocurrió un frío sábado 29 de julio del año 2000. Fue una verdadera conmoción en el país incluso con repercusión internacional.



Héctor de la Fuente 

Fiel a su estilo espectacular, el amigo de mi padre se quitaba la vida de un disparo al corazón. Dicen que la bala salió por la espalda.                   

Ángel Patito fue quien le hizo la autopsia del célebre cardiocirujano y era un excelente profesor de Medicina Legal, quien ante mi pregunta dijo "para un médico como Él... fue un quiebre de...." (me reservo por decoro la última parte de la frase).

El cirujano en su estilo personal era bien italiano y del sur. Muy siciliano. Los sicilianos tienen, en este caso, la ventaja que podrán comprender mejor los fundamentos de tan trágicas decisiones.

PORMENORES

Llegué a casa el viernes 28 de julio de ese año 2000 al filo. Al ras. Entré. Eran las 21.30 y pensé en llamarlo a Rene. Ya lo venía pensando en el viaje. Sabía que era de recostarse a las 21 horas.

Para dentro me dije: "algo pasó... con Rene" Alguien llama. Típico. Me frena. No pude eludir esa llamada al teléfono fijo. Me convencí para mis adentros: no vaya a ser cosa que esté ya descansando. Entonces, mejor lo llamo mañana" me dije.

Iba a llamarlo a su apartamento del elegante barrio Parque de la calle Dardo Rocha que casualidad o no; fue el fundador de La Plata y en cuya casa hoy derruida de la calle Lavalle mi abuela Marina Carrizo del Moral paterna riojana paraba en sus juveniles estancias en Buenos Aires debido a un tratamiento médico que se efectuaba por ser parientes.

A una cuadra de ahí vivía Elias Meta, aquel empresario y paciente de una válvula operado con éxito (son cirugías muy complicadas y complejas) en cuya casa, en 1974, brindis tras brindis, con Rene Favaloro y Luis de la Fuente: puso 200.000 mil dólares de aquel entonces para empezar la Fundación bautizada así por el cardiólogo riojano. Elias Meta fue de los muy escasos empresarios acaudalados que de verdad colaboró.

Todavía recordaba cuando en 1996 y por hacer una tesis sobre Historia de la Medicina me animé a la historiografía del bypass y para ello llamé a Rene. El cirujano estaba "cargado" y tenso al teléfono (recién llegaba a su hogar desde la Fundación) y me dice:" está todo en el libro" (De la Pampa a EE.UU.) casi de mala gana. Le aclaré que precisaba detalles de los otros pioneros y eso mucho no le gustó.

Todavía perdura en mí los recuerdos. Grandes recuerdos.

Unos 100 programas de televisión en los años 80 conducidos por Rene los domingos en vivo con Luis en el Sanatorio revisando los pacientes.

Asados multitudinarios los domingos en Don Torcuato, en la quinta de mis padres con todo el equipo del Sanatorio Guemes a pleno que era una verdadera Familia afectiva y laboral.

O cuando fui con dos amigos y compañeros a verlo operar al maestro del bypass en 1991 al Sanatorio Güemes (se llama así por el médico de Bartolomé Mitre e hijo del prócer Güemes). Uno de ellos, hoy pediatra, no aguantó y se desmayó en el quirófano al ver ese campo quirúrgico tan violentado.

Habiendo enfermado mi hermano que era un niño, nada grave, pero estando Luis afuera en un congreso: "El grandote" , una suerte de prócer de la medicina pisaba fuerte la alfombra, caminando, desfilando por ese estrecho pasillo del departamento con celebridades varias muy vecinas para revisar a Facundo como si fuera un pediatra.

Cuando era niño (Luis de la Fuente vuelve al país desde los EE.UU., definitivamente en 1970 así quien esto escribe e informa nace en Argentina y al tiempo también Rene pero en 1971) veía luego con mis propios su tan pequeña "oficinita" y las escaleras en caracol hacia abajo -en el sanatorio- que hacia ella conducían.

Este columnista a veces "ve" bajo el agua con olfato periodístico e intuición pero no puede eludir "meterse adentro" en esta nota casi como si fuera una suerte de "escritor" en prensa, esta vez.

La fundación en fase asistencial ya separada del Sanatorio Güemes abrió en 1992 en su sede actual con Menem como presidente.

El médico riojano se quedó en el Güemes que quebró al año siguiente. Nunca fue a trabajar a la fundación fase avenida Belgrano.

Allí el silencio de Rene se hizo sentir y fue inexplicable para unas 2500 familias en la lona incluida este periodista.

Cavallo le dio suculentos subsidios a Favaloro. A razón de 17 millones de dólares anuales en el presupuesto oficial aprobado por Diputados.

Tal vez fue como para compensarlo por la "piña" médica que fue para su ego de cirujano no haber atendido al presidente Menem en 1993 de su arteria carótida de urgencia.

Mal pensados y mal informados dijeron que eso "fue un vuelto de Luis". Nada que ver.

Quien decidió llevarlo al Instituto Cardiovascular en 1993 fue el médico personal de Menem presidente que era urólogo.

Además, Rene, en el 89 había militado en TV por el radical Angeloz y criticado en público al político riojano en 1989 y antes a Perón en 1971

Favaloro así subsidiado años 94-95 y 96 bajó los costos y muchos colegas dijeron eso es "dumping" económico en la medicina y discrecionalidad.

Una fundación privada con fondos públicos. Solo pasa en nuestra querida Argentina.

Recuerdo cuando el informado Luis Clur, gerente de noticias de canal 13 tuvo una obstrucción arterial y lo pidió al cardiólogo riojano para una angioplastia en la pierna. Era 1994. El mito de Favaloro fluctuaba. Rene tuvo un ataque de ego y de celos. No le gustaban perder ni a la bolita.

En 1994, Favaloro casi muere por una descompensada hepatitis B fulminante, que se contagió al parecer operando a tajo y destajo.

En el 98, fallece su esposa Antonia Delgado. Fue otro mazazo en su vida para el cirujano que se calmaba en las urgencias y agigantaba en las mismas.

EPÍLOGO

Confieso aún perdura la bronca por este desenlace. También soy algo siciliano. Un poco. Bastante.

Pero me formé también en artes marciales y esa filosofía oriental es casi intransferible.

Rene, querido hermano de la medicina de mi viejo; sí estabas en tan serios problemas a tus 77 años porqué no avisaste... ?

Nos vemos. Tal vez sea en la próxima reencarnación !

Como en karate, a raíz de tu harakiri de honor japonés o tal vez como un símbolo de que fuiste traicionado: "Duomo arigatoo, san. Migi empi yoko uchi. Una guardia en tu honor para despedirte por aquí. Oss".