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31/07/20

Monseñor Angelelli: "Si quieres la Paz lucha por la Justicia"

El obispo Enrique Angelelli llego a La Rioja cuando habían trascurrido diecisiete meses de la gestión del gobierno de facto de don Guillermo Domingo Irribarren.



Por Guito Vergara Subsecretario de Derechos Humanos Municipalidad Capital

Angelelli llegaba como obispo de La Rioja insuflado de los principios del Concilio Vaticano II y estimulado por las señales de los “nuevos tiempos,” “no vengo a predicar la resignación” afirmaba. El gobierno provincial de Irribarren, llevaba adelante un plan económico concebido en una cuestión empresarial más que social, con sus daños colaterales como el juego y la usura  . El conflicto era inevitable. Enrique Ángel Angelelli nació en Córdoba el 17 de junio de 1923. En 1968 es designado obispo de La Rioja por la renuncia del obispo Horacio Gómez Dávila. Angelelli llego a La Rioja con una fuerza incontenible a transformar a una sociedad conservadora llena de injusticia y de vicios. Al cuarto día de su arribo se apersono en el diario El Independiente y realizo declaraciones que tuvieron un impacto formidable en el pueblo riojano, nunca se había visto que un obispo hablara así, de manera llana, llamando las cosas por su nombre y expidiéndose sobre los temas más delicados del momento. Puso la gestión social en el centro de sus preocupaciones, definió a la sociedad “en cambio” y afirmo que los culpables del subdesarrollo, del hambre y la miseria eran los sistemas capitalistas y colectivista. Exalto a la juventud, y exhorto a interpretar el grito de rebeldía de los jóvenes. Estaba convencido que era urgente promover el bienestar general, darles techos a los pobres, pan, trabajo, salud, educación, cultura, “hacerlos seres humanos como Dios manda”. Personalmente – decía - “no estoy de acuerdo con las violencias de las armas, pero no tenemos que estar de tal manera pasivos y seguir declamando mientras se sucedan los hechos de injusticias.” Angelelli estaba dispuesto a que sus hechos no desmintieran sus palabras, su opción por los pobres. Angelelli rápidamente puso en marcha su Diócesis, impulso acciones que nada tenían que ver con la Iglesia tradicional, movilizo la juventud barrial y estudiantil, dio nueva dinámica en el seno del pueblo riojano. En ese marco el Decanato de los Llanos sacudió a la opinión publica con un durísimo documento en el cual denunciaba, injusticias, falta de libertad y una vida indigna de los hijos de Dios. Señalaba la falta de agua potable, el éxodo de los jóvenes, el mal funcionamiento del sistema de salud, la propagación de la tuberculosis, la concentración de la propiedad de la tierra, los sueldos miserables y atrasados, la explotación y la corrupción. Situación social y económica que aún persiste en los Llanos, como en otros lugares de nuestra provincia, más agravada hoy por la existencia del narcotráfico. El obispo Enrique Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976, en los Llanos riojanos por un grupo de tarea del ejército argentino. Proceso de Reorganización Nacional. (Videla, Martínez de Hoz). Ángel Vicente Peñaloza también es asesinado en los Llanos por una partida del ejército argentino. Proceso de Organización Nacional. (Mitre, Sarmiento). No es casualidad que sea los mismos ejecutores, en tiempo distintos, defendiendo los mismos intereses, los que cometieron los asesinatos. El Chacho Peñaloza y Enrique Agelelli tenían objetivos comunes, los intereses de un mismo motivo, la de los vilipendiados, los explotados y olvidados. La saña y el odio de sus asesinos no pudo borrar en la memoria del pueblo la figura del Chacho Peñaloza y la de Angelelli, sin dudas, porque fueron dos mártires de la causa nacional y social.