
En la tarde de este martes, en Aimogasta, se llevó a cabo la segunda marcha en pedido de justicia por la muerte de María Inés Quintero, conocida afectuosamente como "Nené", cuya muerte aún genera más preguntas que respuestas.
La movilización estuvo organizada por familiares, amigos, ex alumnos y vecinos que la recuerdan como una docente comprometida, una mujer luchadora y una persona profundamente querida por su comunidad.
La convocatoria inició frente a la escuela en la que “Nené” dio clases durante años. Desde allí, la columna avanzó hasta su domicilio, recorrió el centro de la ciudad y finalizó en el cementerio local, donde se realizó una oración por el eterno descanso de María Inés. Antes de ese momento, frente a un grupo de personas, uno de los familiares leyó en voz alta el petitorio formal que exige avances concretos en la causa.
Dolor, bronca y sospechas
Las hermanas de María Inés tomaron la palabra y compartieron públicamente sus inquietudes. En este sentido, Laura Quintero dijo, con profundo dolor, que “no pude ver a mi hermana porque supuestamente el cuerpo estaba todo descompuesto… Se la llevaron en buen estado, sin una picadura ni nada. Y después de dos días en La Rioja, se encuentra el cuerpo todo descompuesto. No la pude ver, no la pude reconocer, y a mi hermana me la entregaron en una bolsa negra dentro de un cajón”.
Por su parte, “Coca” Quintero expresó que afirmaron que nuestra hermana no se mató. Una persona que tiene proyectos, sueños, anhelos… no es una persona que se quita la vida. ‘Nené’ era emprendedora, estaba haciendo planes para construir una nueva casa, tenía un terreno. Cuando vino a casa, me ofreció su riñón para mi hija. ¿Quién hace eso si no está pensando en el futuro, si no quiere vivir?”.
Los familiares de “Nené” expresaron un absoluto desconcierto y desconfianza frente a la hipótesis oficial preliminar de suicidio. Asimismo, la jueza natural de la causa, Sandra Molina, “está de receso judicial” por lo que el desconcierto es casi total.
El petitorio leído al finalizar la marcha, al que tuvo acceso EL INDEPENDIENTE, está dirigido a las “autoridades del Poder Judicial, Ministerio Público Fiscal, Fuerzas de Seguridad, organismos de Derechos Humanos y demás instituciones competentes”.
Según el documento, “los familiares, amistades, colegas, vecinos, organizaciones sociales y ciudadanos comprometidos, nos dirigimos a ustedes con profunda consternación, dolor e indignación por la trágica muerte de María Inés Quintero, conocida y querida como “Nené”.
“María Inés fue una mujer íntegra, profesora de Historia, madre, abuela, hermana, amiga y miembro activo de su comunidad. Su vida estuvo marcada por la entrega, el afecto y también por haber sido víctima de distintas formas de violencia. Tras varios días de búsqueda, su cuerpo fue hallado sin vida, y hasta el momento, la hipótesis preliminar indica un posible suicidio”, sostiene el escrito.
Sin embargo, “sus familiares directos han expresado de manera firme y clara que dicha hipótesis no puede ser considerada como conclusión definitiva. No existen aún pericias técnicas suficientes, completas ni transparentes que descarten la posibilidad de la intervención de terceros o que esclarezcan de forma fehaciente las circunstancias reales de su muerte”.
El pedido clave del documento
Ante el contexto de incertidumbre, el documento solicita, a pedido de la familia de “Nené”, “la realización de todas las pericias necesarias —forenses, toxicológicas, entomológicas y técnicas— con participación de peritos independientes que garanticen transparencia y objetividad”.
“La apertura integral del expediente judicial, garantizando a la familia y su representación legal el libre acceso a todos los documentos, informes y registros vinculados a la causa”.
“El compromiso serio de las autoridades judiciales, policiales y forenses para llevar a cabo una investigación exhaustiva, imparcial y sin condicionamientos”.
“La suspensión de cualquier intento de cierre del caso en base a conjeturas no comprobadas ni debidamente fundamentadas. El acompañamiento de organismos de derechos humanos, instituciones y referentes sociales que velen por el seguimiento del proceso, ofrezcan apoyo a la familia y garanticen control ciudadano”.
El documento, deja en claro que “la vida de María Inés no puede ni debe ser reducida a una estadística. Su historia merece respeto, y su muerte debe ser investigada con la profundidad y seriedad que corresponde. El derecho a la verdad y a la justicia no puede ser vulnerado por razones de conveniencia, urgencia o desidia institucional”.
Por último, el texto cierra con una frase contundente: “La verdad no se negocia”. Y agrega que: “La verdad y la justicia son pilares esenciales para identificar responsabilidades, reparar el daño causado y evitar la impunidad. Ninguna causa debe cerrarse sin que se hayan agotado todos los recursos de prueba, esclarecido los hechos y establecido con certeza qué sucedió”.