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Mirador político: Poniendo límites

“Vamos a vetar” dijo el presidente Milei -con risa socarrona y el aplauso de su millonario público- un par de horas después que los senadores nacionales le infligieron la primera gran derrota legislativa de su gestión. Veto al aumento a los jubilados, veto a la emergencia en discapacidad, veto a la continuidad de la jubilación sin aportes, veto a la distribución automática de impuestos y fondos a las provincias y otras leyes aprobadas en la maratónica sesión del jueves 10 en el Senado de la nación.



Contra lo esperado, los 18 gobernadores que venían apoyando la gestión libertaria, más que lo enfrentaron desde un principio, tardaron pocos días en ponerse de acuerdo para que senadores prepararan los proyectos de ley para exigir a Milei a reponer los fondos que les retiene hace dos años.

La rapidez con que avanzaron da cuenta del hartazgo de las autoridades provinciales que dejaron pasar insultos, presiones, ser parte de una supuesta casta corrupta, delincuencial y empobrecedora, en nombre de la gobernabilidad y darle tiempo para ejecutar su plan. De la misma forma dejaron pasar un montón de leyes -además de las facultades extraordinarias- a sabiendas del daño en la población y las provincias.

 

Fuertes presiones

Esa urgencia con la que ahora lo enfrentaron fue aprovechada por el presidente Milei para acusarlos de estar defendiendo “un negocio enorme, el partido del Estado, independientemente del color político que tenga” más cuando se acercan las elecciones de octubre para mantener poder en beneficio propio. En la víspera de la sesión en el Senado, el gobierno nacional organizó con un “comunicador afín” una operación periodística para presionarlos y que no “dispararan el primer misil” contra el déficit cero porque serían responsables de la “volatilidad del mercado”.

No hubo respuesta conjunta de los gobernadores respecto a estas acusaciones, por el contrario, habrían apuntado a hacer acuerdos con el bloque de Unión por la Patria que junto a otros legisladores debatían un aumento a los jubilados, reposición de la moratoria previsional, defensa de los subsidios para discapacitados y actualización de los aranceles de los profesionales que los asisten y rechazo al veto por fondos a Bahía Blanca.

Todos fueron aprobados en primera instancia evidenciando el acuerdo de todo el arco opositor y recién comenzó el tratamiento de los dos proyectos que impulsaron los gobernadores. Uno sobre la distribución del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el otro, sobre el impuesto a los combustibles.

Para desmentir posibles intereses electorales, tanto los discursos en el recinto como declaraciones de mandatarios insistieron que solo buscaban reafirmar “un federalismo real" que vienen pidiendo desde hace tiempo con una distribución previsible porque son fondos que pertenecen a las provincias, que aportan los contribuyentes de las provincias y que Nación solo recauda.

Además, no todo fue decisión de los gobernadores, hay legisladores que no les responden y actuaron por su cuenta de modo que los proyectos aprobados, por mayoría, incluso los dos tercios, con Unión por la Patria, la UCR y el PRO, salvo algunas excepciones entre estos últimos; en tanto La Libertad Avanza, entre ellos Emilio Pagotto por La Rioja, se ausentaron.  En general las votaciones, dependió de cada proyecto, rondaron entre 39 y 56 votos positivos, menos de diez negativos y 18/20 ausentes.

 

Poner límites a Milei

El gobernador Quintela, de los primeros en oponerse a la restricción de fondos a las provincias y proponer que se ponga límites al ajuste libertario, celebró la decisión del Senado como “acto de federalismo, de real representación. Se aprobaron leyes que devuelven a las provincias lo que nos corresponde, recursos para sostener la salud, la educación, la seguridad, la obra pública y el acompañamiento que necesitan nuestros ciudadanos”.

El senador Rejal que estuvo en la sesión y votó junto a todo el peronismo aseguró que “estas medidas representan un paso importante en el restablecimiento de la justicia social y la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad”; por su parte la senadora Florencia López enumeró todas las medidas aprobadas y aclaró que ninguna rompe el gobierno “ni el Superávit mentiroso, esto corrige injusticias generadas por el mismo Gobierno”. Aclaró que se opondrán a los vetos e informó que beneficiarán 74 mil jubilados riojanos con el aumento, 6 mil personas podrán jubilarse con la moratoria y que la emergencia en discapacidad traerá alivio a miles en todo el país, en tanto “se exigirá al presidente distribuir los fondos de los ATN e impuestos a los combustibles, entre las provincias, los que estaban retenidos indebidamente por el Presidente”.

Recursos para La Rioja

Respecto a los beneficios que estas leyes tendrán para los riojanos son los mencionados por la senadora López, pero dependerán de que queden en vigencia. El paso siguiente será esperar los posibles vetos anunciados por Milei o su judicialización incluso de la validez de la sesión. Especialistas descreen que sean procedimientos válidos en este caso o que la Justicia esté dispuesta a intervenir contra el Senado.

Donde habrá más dificultades será, por ejemplo, con el veto al aumento jubilatorio porque la ley deberá volver al Congreso y ser aprobado por las dos cámaras. Con una sola que se oponga, la impugnación presidencial tendrá efectos y eso puede ocurrir en Diputados donde el proyecto no obtuvo los votos suficientes para superar los dos tercios.

Para el caso de una nueva distribución de fondos a las provincias, no podrán ser retenidos por la Nación, como ocurre ahora con fondos extra coparticipables para La Rioja o las deudas coparticipables pendientes de cuando asumió Milei, porque se establecerá una transferencia automática tal como ocurre actualmente con la Coparticipación Federal.

 

 

 

Los responsables

Tras la derrota legislativa del primer gobierno libertario -con antecedentes liberales y neoliberales fracasados en la historia del país- el equipo económico trató de buscar culpables entre gobernadores y/o la vicepresidenta por no abortar la sesión del Senado.

No están ahí las causas del fracaso sino en un modelo económico que impactó fuertemente en los ingresos de las familias y que avanzó sobre los recursos de las provincias. Otra causa de la derrota, tiene mucho que ver con la eliminación de la política como práctica milenaria para dirigir y administrar los asuntos públicos, a partir de contextos sociales y estrategias disponibles para el ejercicio del poder en la distribución de los recursos de la comunidad/Estado que pretendían cambiar.

Desaprovecharon el apoyo popular, el apoyo de parte de la clase política, de todo el poder económico, de los medios de comunicación y del propio FMI si es que los movía el bien común.

Milei, aún sin poder en el Congreso, tuvo a su disposición una nada despreciable cantidad de gobernadores que sin chistar le ofrecieron todo el aparato de gobierno, pero en lugar de administrar tamaño poder político que se le ofrecía prefirió demonizar a la oposición peronista y “eliminar al kirchnerismo”, tarea harto difícil si se tiene en cuenta que abrevan en ideologías de finales del 1800 y de la Doctrina Social de la Iglesia esbozada en la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII para enfrentar las desigualdades sociales creadas por la revolución industrial y el capitalismo. Así llegaron a mediados del siglo XX al peronismo en nombre de la justicia social y por eso perviven.

El gobierno debe buscar culpables en su propio plan de gobierno, en la sostenibilidad del equilibrio económico porque no solo le infligió esta derrota la oposición peronista, también los aliados que tuvo hasta ahora en la UCR, en el PRO, en los partidos provinciales y entre gobernadores. Tendrá que encontrar alguna salida, en lugar del veto, a las demandas de grandes sectores sociales que no tienen “déficit cero” en la economía familiar.

El mismo gobierno habló de “volatilidad” por culpa de estas leyes y olvida que el mercado financiero -único sector que gestionan- viene dando señales como el retiro de un banco internacional (JPMorgan) justo el que calcula el riesgo país, la suba del dólar, la quiebra de empresas, la suba desproporcionada de importaciones y tantos números más.

El gobierno tendrá que reconocer que no solo el gasto público, la emisión monetaria y el proteccionismo industrial -todo eso ya lo eliminó- son parte de la solución a los problemas del país. Indirectamente está reconociendo que le faltan dólares y los que consiguió ya se gastaron, vía timba financiera. Así se fueron los que quedaron del gobierno anterior, los de exportaciones, del préstamo del FMI, los que repatriaron los evasores y los del “colchón” que los argentinos se llevaron a Brasil, Chile, Miami.

Si no encuentran solución, tendrá que ser el electorado nacional, en octubre próximo, el que ponga límites tal como lo hicieron ahora los gobernadores.