
En una nueva escalada de acciones militares en el Caribe, el presidente Donald Trump anunció este lunes que fuerzas estadounidenses ejecutaron un segundo ataque cinético contra una embarcación presuntamente cargada con drogas y proveniente de Venezuela.
El operativo, según el mandatario, fue dirigido contra “narcoterroristas extraordinariamente violentos” identificados en el área de responsabilidad del Comando Sur (SOUTHCOM).
Trump afirmó que el ataque se realizó en aguas internacionales y que resultó en la muerte de tres presuntos integrantes de carteles de narcotráfico, sin bajas estadounidenses. “Si estás transportando drogas que pueden matar a estadounidenses, ¡te estamos cazando!”, advirtió en su mensaje en Truth Social.
Antecedentes inmediatos
Este nuevo operativo se suma al primer ataque cinético del 2 de septiembre, en el que EE.UU. destruyó una lancha venezolana vinculada al grupo criminal Tren de Aragua, con un saldo de 11 muertos. Aquella acción generó controversia por el uso de fuerza letal en aguas internacionales y por la falta de una justificación legal clara.
Además, desde agosto, EE.UU. ha desplegado buques de guerra, submarinos y más de 4.000 efectivos en el Caribe como parte de una ofensiva militar contra el narcotráfico. El gobierno estadounidense ha calificado al régimen de Nicolás Maduro como un “cartel del narcotráfico” y lo acusa de facilitar el tráfico de drogas hacia territorio norteamericano.
Reacción de Venezuela
El presidente Nicolás Maduro denunció que EE.UU. prepara una “agresión de carácter militar” y afirmó que su país está facultado por leyes internacionales para responder. En paralelo, ordenó el despliegue de 25.000 efectivos en zonas fronterizas y llamó al alistamiento de civiles en la Milicia Bolivariana.
Contexto histórico
Las tensiones entre EE.UU. y Venezuela no son nuevas. Desde la ruptura diplomática en 2019, las relaciones se han deteriorado, con Washington acusando al gobierno venezolano de vínculos con el Cártel de los Soles, designado como organización terrorista en julio.
El despliegue militar actual recuerda otras intervenciones estadounidenses en el Caribe, donde históricamente ha ejercido presión geopolítica bajo el argumento de seguridad nacional.