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El FMI recorta salarios y jubilaciones

A dos semanas de las elecciones nacionales y provinciales, el gobierno de Estados Unidos intervino directamente en el mercado financiero argentino, comprando "pesos baratos", para mantener el precio del dólar. La medida fue calificada de inédita y muchos no se atreven a vaticinar consecuencias, sin embargo, quedó claro que comenzó a gobernar EE.UU. junto con la presidenta del FMI, Kristalina Georgieva, que pidió al pueblo argentino que acepte un 50% menos en salarios, pensiones y jubilaciones porque el "éxito" del programa de Milei "depende que la gente acompañe".



Lo que no dijo Kristalina es la pérdida de ingresos del 30% en diciembre del 2023 por la devaluación del 118%, muy superior a las de Macri en 2015 del 40% y de Fernández del 22%. Todas exigencias del FMI que se sumarán a las que imponga Donald Trump cuando se reúna este martes con Milei. Los argentinos ya están viviendo con un 50% menos por la suba de tarifas y combustible y el FMI pide un esfuerzo más a riesgo de incrementar la pérdida. Conociendo las consecuencias de las políticas neoliberales a lo largo de la historia nacional, no quedan dudas que hará desaparecer la clase media, sector social que no existe en otros países que resurge en cada gobierno peronista que enarbola la justicia social.

Intervención financiera

La intervención de EE.UU. en el mercado financiero generó sinnúmero de interpretaciones. En el país y en el mundo ven distintos diagnósticos respecto al valor del dólar. Dicen que el país norteamericano buscaría mantenerlo en 1400 -estrategia de Bessent para proteger fondos de inversión que perderían si sube el dólar- mientras el FMI apostaría a una devaluación. A ese nivel es la confusión o la manipulación de intereses financieros según a quien convenga a costa de la Argentina. El optimismo de los mercados este jueves -bajó el dólar y subieron las acciones- aún antes de los anuncios oficiales no deja dudas que los especuladores de siempre se beneficiarán mientras a la población se le pide reducir sus ingresos.

En una evaluación simplista, los libertarios, reposteados por el Presidente se manifestaron eufóricos y confiados por los dólares que llegaron y los que anuncian que llegarán cada vez que se los necesite. En el otro extremo, la oposición y quienes dentro del mismo gobierno desconfían siguen preguntándose cómo será vivir con dólares prestados y cómo y cuándo Argentina comenzará a generar las divisas genuinas que necesita. El entusiasmo llegó al extremo que un internauta de las Fuerzas del Cielo interpretó que el gobierno de Milei es “tan vivo” que le vendió pesos (una moneda que ni los argentinos quieren) por dólares a Estados Unidos. No escucharon o no quisieron escuchar al secretario del Tesoro, Scott Bessent, cuando negó que sea un rescate sino “en comprar barato y vender caro, el peso argentino está subvaluado".

Aún no está claro qué es lo que venderán caro ¿acaso empresas argentinas, tierras raras, YPF, recursos mineros o sólo dólares para la fuga que comprarán baratos? Bessent ya en rol de integrante del Gobierno nacional aseguró: "Vamos a tener una elección en Argentina el 26 de octubre y al presidente Milei le va a ir bastante bien y va a dejar al peronismo atrás". A la inyección de dólares comprando pesos, se agregará un swap de 20 mil millones de dólares que el oficialismo niega que sea un préstamo. Solo basta leer cómo funciona para descreer de la afirmación.

Antes armas, hoy el dólar

No es la primera vez que EE.UU. interviene en países latinoamericanos. Ocurrió en la primera mitad del siglo XIX, cuando para debilitar el poder europeo heredado de la colonización española obligó a vender solo materia prima, insumo para el desarrollo de su industria pesada, condenando a los países a la producción primaria. Aún Chile le vende cobre y Uruguay carnes y cereales. Argentina y Brasil a duras penas mantienen una incipiente industria. Una segunda intervención fue en los 70 esta vez cruenta, con golpes de Estado contra gobiernos de izquierda remplazados por dictaduras militares con la excusa de combatir al comunismo. El modelo económico liberal fue la forma de apropiarse de las ganancias capitalistas.

Desde los 90 comenzó la intervención económica, reforzando la presencia del FMI, especialmente en Argentina con apoyo judicial a los fondos buitres. Ahora se usa el dólar, también contra la izquierda y los gobiernos populares. Lo dijo Bessent: “Argentina es un faro en América Latina. Muchos gobiernos ahí se movieron hacia la izquierda. Argentina tiene 100 años de caída, el presidente Milei está peleando contra la historia y está haciendo un trabajo fantástico”. En octubre se sabrá si tienen vía libre con el apoyo del electorado ratificando la disciplina fiscal y el consenso político que le exige EE.UU. o si se cumplirá el anticipo del premio Nobel de Economía, Paul Krugman, que calificó el acuerdo de peligrosa intromisión en un país soberano y que los resultados serán los mismos “una euforia inicial seguida por el desastre”, además el supuesto rescate no es para equilibrar la economía argentina sino “proteger las apuestas de los amigos de Bessent” y mencionó al financista Citrone, entre los que se aprovecharán de los dólares para fugarlos. Habrá que esperar también lo que ocurre en Estados Unidos que suma críticas al salvataje.

El New York Times tituló que los que festejan son los fondos de inversión en una extensa nota periodística denunciando las intenciones que operan detrás del gran anuncio. El diario cuestiona que Trump vaya al rescate de Argentina y permita especular a inversores ricos cuando los empleados públicos en EE.UU. no cobrarán sus salarios este mes porque el Presupuesto no fue aprobado todavía por el Congreso.

Además, recibe presiones del sector agrícola por la política arancelaria. En este último contexto se inscribe la rápida marcha atrás de Milei con las retenciones cero al campo argentino.

La campaña sigue

En tanto, la campaña electoral en La Rioja sigue enfrascada en la disputa local, si Estado sí o Estado no más la avenida del medio que mira más al 2027 en la esperanza de interponerse entre la polarización peronismo vs. libertarios.

El resto de los candidatos más lejos prometen transformar La Rioja desde la Cámara de Diputados en favor de los riojanos, salvo excepciones que plantean que todo cuerpo colegiado requiere negociación o consenso para habilitar proyectos.

El debate sigue limitado a las redes sociales. Las movilizaciones barriales desaparecidas, salvo reuniones en una vivienda o institución intermedia con no más de 20 o 30 personas.

El Gobierno provincial, ergo el Partido Justicialista, como bien lo describió el candidato Nazareno Rippa, va por asegurar los votos propios y poco le interesa la indiferencia electoral. El oficialismo, envalentonado con los escándalos libertarios nacionales comenzó a apostar por conseguir los dos cargos de diputados nacionales cuando hasta hace dos meses daba por seguro perder uno de los dos que hoy ocupan Pedrali y Herrera. Para eso debe duplicar los votos del segundo y la estrategia queda claro porque sus dos candidatos son los que más apoyo obtienen de Ricardo Quintela.

En la Capital los cargos para diputados provinciales en juego son 8. De las 6 listas del peronismo que se inscribieron, una se bajó antes de ser oficializada y en estos días otra; quedan cuatro y solo con dos con más posibilidades: Fuerza Federal que encabezan los diputados “Juanqui” Santander y Lourdes Ortiz por la reelección y en tercer lugar Gonzalo Becerra. La otra lista es Fuerza Patria que encabeza el ministro Bordagaray y concentra a sectores con mucho trabajo social que da visibilidad a los candidatos que no es seguro que se conviertan en votos. Las otras dos listas peronistas son Derecho al Futuro con el doctor Villalva y Renovación Riojana con Alfredo Reyes Barros.

Ninguna de las cuatro estaría recibiendo fondos para campaña, salvo para la impresión de votos. Habrá que ver si hay movilización el día de la elección o se dejará en manos del electorado que asista a votar. Por la oposición, en Capital hay 17 listas más, algunas ni siquiera se conocen públicamente sus principales candidatos, salvo las cinco en que se dividieron los libertarios; cuatro de la oposición tradicional (UCR, Provincias Unidas-Pro, Izquierda y Hacemos por La Rioja) y tres de Fuerzas del Centro.

En Capital, el peronismo pone en disputa cinco cargos; la oposición tres repartidos entre la ex alianza UCR-PRO y peronistas disidentes, la UCR y LLA. En el 2021 cuando fueron electos los que cumplen mandato ahora, la elección tuvo un alto porcentaje de presentismo: 75% y salió primero el peronismo (36% de los votos), segundo Galván con "Tere" Luna ahora de regreso en el PJ (21%), tercera la alianza Alvarez-Paredes Urquiza-Reynoso (12%) y cuarto Martín Menem (11%). Ahora se espera menos participación por la decepción libertaria.