
La Jueza de Instrucción de Aimogasta, Sandra Molina, encabezó el martes pasado la toma de muestras de evidencias clave, incluyendo el bolso de María Inés Quintero. La investigación exige análisis de ADN y el uso de entomología forense.
La investigación judicial para esclarecer la muerte de María Inés Quintero (Expte. N° 24.588) registró un avance sustancial con la realización de pericias sobre las pruebas físicas clave de la causa. En la jornada del martes pasado, en un laboratorio de la Capital, la Jueza de instrucción, Sandra del Valle Molina, personal de la Policía Técnica Judicial (PTJ), la abogada querellante, Ruth Borda, entre otros intervinientes en la casusa, presenciaron la toma de muestras de las evidencias, destacándose el peritaje del bolso de la víctima y los elementos encontrados en su interior.
Esta diligencia, busca recolectar rastros que puedan aportar luz sobre lo ocurrido, complementando las pericias científicas ordenadas con anterioridad.
El elemento más llamativo y crucial de la investigación en laboratorio es la orden de peritar las larvas halladas en el cuerpo de la víctima.
Según el decreto judicial del 16 de septiembre, el Juzgado solicitó a la PTJ el análisis de muestras biológicas fundamentales obtenidas de la autopsia, incluyendo trozos de pelos con restos de cuero cabelludo, gusanos y larvas.
El análisis de estos insectos se denomina Entomología Forense y es clave porque permite calcular con precisión el tiempo transcurrido desde la muerte (intervalo post mortem). Los peritos estudian el ciclo de vida y el desarrollo de estas larvas para determinar la fecha exacta del fallecimiento.
Además de la data de muerte, el otro objetivo científico es determinar el perfil genético (ADN) de las muestras para identificar cualquier material biológico ajeno a la víctima.
El grito de dolor de la familia
Mientras avanzan las acciones judiciales, el pasado viernes familiares y amigos de “Nene” realizaron una marcha, en Aimogasta, para exigir justicia. En un emotivo testimonio, Laura Quinteros, hermana de la víctima (“Nene”), expresó públicamente el dolor por la prohibición de ver el cuerpo de su hermana y exigió justicia.
“Son días tristes a veces que pasamos, pero estamos muy al pie del cañón, como se dice, buscando justicia por Nené”, declaró. Con profundo dolor, la hermana lamentó no haber visto el cuerpo de su hermana: “Nos prohibieron que veamos a Nene. Porque eso nunca les voy a perdonar que no dejaron que nos despidamos de nuestra hermana ese día, de tocarle por lo menos la mano”.
Laura Quinteros fue categórica en su pedido a la Justicia: “Queremos respuestas, queremos que la causa camine, que se investigue hasta el último detalle”. Y cerró con un mensaje a los posibles responsables: “A los cobardes, porque son cobardes, hombres cobardes, que no se metan con las familias enteras, ni menos con las mujeres, porque vamos a dar la voz y vamos a decir todo lo que sabemos”. La causa también incorporó la historia clínica de María Inés Quintero y un Expediente de Análisis de Telecomunicaciones (DAT) de la Policía de La Pampa, sugiriendo una investigación amplia sobre el entorno y las comunicaciones de la víctima.