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Sin definiciones

Ricardo Quintela estuvo durante la semana, entre Buenos Aires y La Rioja. Quedó a cargo del Ejecutivo Teresita Madera, la vicegobernadora, mientras el gobernador atendía los dos frentes que lo tienen ocupado tras el resultado de las elecciones de fines de octubre: la situación provincial y la nacional, en ambos casos, con definiciones todavía están pendientes, en estado de análisis continuo.



En la provincia, Quintela no solo tiene que decir cómo será el nuevo gabinete que gestionará los próximos dos años, también atender la ya declarada sucesión interna en el cargo que ocupa.

No menos diferente es lo que ocurre a nivel nacional, tanto que el riojano mantiene asiduo contacto, con el gobernador Kicillof. Esta vez, fue más allá y visitó a la ex presidenta, Cristina Fernández en el departamento porteño donde cumple prisión domiciliaria.

La ex presidenta se extendió en su comentario sobre el visitante al señalar que conversaron sobre la “situación de las provincias argentinas, gravemente desfinanciadas por la caída de la recaudación nacional, que afecta en forma directa los fondos de coparticipación federal y es muy negativa para la vida de los pueblos del interior”. Por su parte, Quintela le agradeció el “recibimiento y la charla”.

Acertó Quintela cuando agregó que “las coincidencias que nos unen siempre son más fuertes, sobre todo en tiempos difíciles” teniendo en cuenta que CFK y Kicillof, también tienen fuertes diferencias entre sí, pero tratan de mantener la unidad.

Por estos días, los esfuerzos de los dos gobernadores, el riojano y el bonaerense, son ingentes ante el avance de los acuerdos que comenzaron varios gobernadores del peronismo con el gobierno de Milei para avanzar en reformas que modificarán las relaciones laborales de los trabajadores, entre otras, a cambio de fondos adeudados; negociaciones sobre las cuales descreen ya que ocurrieron en otras oportunidades sin resultado positivo.

 

A la espera de los cambios

En la provincia, el gobernador, a diez días de haber solicitado la renuncia a todo el gabinete, incluso organismos descentralizados y ex SAPEM, no anunció los cambios que realizará. Ni una palabra trascendió al respecto y los medios, páginas virtuales y redes se han extendido en especulaciones y rumores que siguen sin confirmarse.

Continúan vigentes los tres caminos iniciales: un enroque de funcionarios para que los mismos sigan a su alrededor, sabiendo que Quintela es poco adepto a sacar funcionarios; cambiar todo el gabinete para dar lugar a otros sectores del peronismo y tercero reestructurar con ajuste, es decir eliminar funciones y cargos, para reducir gastos por un lado y tener menos demanda de dirigentes a cubrir.

Es cierto que el Gobierno ha seguido funcionando y que los servicios se han brindado con el marco habitual sin agenda oficial pública por eso llamó la atención, la escasa, casi nula difusión de los actos centrales por el aniversario del asesinato del caudillo Ángel Vicente “El Chacho” Peñaloza, siendo que la política del peronismo es mantener viva en la comunidad a los precursores de la lucha por el federalismo con destacada presencia a nivel nacional a lo largo de la historia. Los últimos gobiernos peronistas impulsaron profusas investigaciones sobre los caudillos, les dieron visibilidad física con majestuosos monumentos y hasta se declaró feriado provincial en fechas claves.

Sin embargo, la asistencia de la vicegobernadora a cargo del Ejecutivo y precandidata a gobernadora a los actos centrales en el monolito a El Chacho en Loma Blanca, Olta, departamento Belgrano, no tuvo difusión oficial. Se conoció al día siguiente. Puede parecer una observación menor, porque al final el homenaje se realizó, pero en el mientras tanto se dio lugar a que muchos se preguntaran para qué un día feriado o por qué no hubo coordinación con asociaciones que realizaron actos aquí en la ciudad Capital sin acompañamiento oficial.

En el municipio de Olta, en cambio, las actividades fueron intensas durante toda la semana, cabalgatas, fogones, exhibición de danzas folclóricas, torneos deportivos, desfile de agrupaciones gauchas, etc.

La semana culminó con el intendente Juan Urbano recibiendo el jefe de Gabinete Juan Luna; al director de Parques, Lito Asís y al arquitecto Ariel Díaz Garay para relevar lugares donde se construirá el Parque de La Ciudad/Familia.

En el resto de la provincia, aparecieron más comentarios y anuncios sobre la interna hacia la gobernación. El chileciteño Brizuela y Doria señaló que también está preparado para serlo, pero esperará el consenso del partido; alguien hizo circular viejos vídeos de Florencia López sobre sus aspiraciones que confirma visitando pueblos del interior. Entre los que no se anotan y lo anunció oficialmente está el intendente Molina a quien se tenía como seguro sucesor por la dilatada militancia compartida con Quintela. Hubo otros que trataron de frenar la interna sin conseguirlo lo que avecina una larga campaña hasta el 2027.

 

Oposición nacional debilitada

Tras el fracaso electoral, los seis gobernadores (Carlos Sadir, Jujuy/UCR; Martín Llaryora, Córdoba/PJ; Maximiliano Pullaro, Santa Fe/UCR; Ignacio “Nacho” Torres, Chubut/PRO; Gustavo Valdés, Corrientes/UCR y Claudio Vidal, Santa Cruz/PJ) de Provincias Unidas quedaron debilitados ante el gobierno nacional al que habían acusado de fracasar. Sin embargo, al día siguiente del triunfo libertario se ofrecieron para el diálogo y el consenso.

A la convocatoria a Casa Rosada se sumaron otros peronistas, Osvaldo Jaldo- Tucumán, Raúl Jalil-Catamarca y Carlos Sáenz-Salta y los tres, junto al misionero Passalacqua y el neuquino Figueroa estarían dispuestos a ofrecer legisladores para aprobar las reformas. Varios tienen legisladores de Unión por la Patria, el férreo bloque peronista de los primeros dos años libertarios que permitirían que LLA le arrebata la primera minoría al peronismo.

En ese contexto, la oposición quedó dividida en tres. Una liderada por Provincias Unidas, otra por algunos gobernadores del NOA más aliados sureños y el peronismo/kirchnerismo.

Los dos primeros negocian las reformas que le pide Trump y le exige el FMI, para cambiar leyes laborales, impositivas y previsionales. En el medio, el proyecto del Presupuesto 2026 primordial para los gobernadores y punto de inflexión porque son los recursos que demandan las provincias. Incluyen deudas con las cajas de jubilación locales, ATN, obras públicas y fondos para mantenimiento de rutas nacionales. Nada diferente de lo que reclamaron para firmar el Pacto de Mayo o aprobar la ley Bases o los vetos al financiamiento universitario, por ejemplo. Hasta ahora, en todos los encuentros en la Rosada, según reconocen los asistentes, no hubo nada concreto sobre las reformas y los recursos para las provincias.

 

Sociedad distópica

Esta semana se profundizó el síntoma de distopía que crece en la sociedad argentina, en todos los ámbitos, entendiendo este concepto como vivir -a sabiendas- en una sociedad indeseable. Si no es así, cómo se entiende que los trabajadores reclamen mejores salarios, servicios públicos, fuentes de trabajo y condiciones laborales dignas mientras apoyan a un gobierno que ofrece todo lo contrario. Tampoco se entiende que el empresariado argentino se queje de la falta de consumo mientras sostiene un gobierno que no apoya la industria nacional ni ofrece un entorno económico adecuado. Mucho menos se entiende que los gobernadores sepan que Milei, al convocarlos, solo busca mostrar una foto de consenso ante Trump y que nada les será otorgado.

Hay pruebas al respecto. Empresas y fábricas siguen cerrando o despidiendo trabajadores. En La Rioja, en estos días Vulcalar de calzado, Sanagasta, dejó casi 80 trabajadores sin empleo; Gustavo Castro, secretario general de FONIVA, expresó por Radio Independiente, preocupación por el sector textil: “la mitad de las fábricas con las máquinas paradas o tapadas, sólo está operativo el 40%”. En redes sociales reclamos de empleados públicos por los magros salarios y simultáneamente negación extrema a creer que la provincia está desfinanciada por la Nación. Más allá de la falta de transparencia en el uso de los fondos, habrá que preguntarse porque el gobierno de Milei tuvo que pedir auxilio a EEUU para mantener no solo el valor del dólar, también la macroeconomía financiera del país y por qué el país se sigue endeudando mientras las provincias reclaman recursos del Presupuesto nacional y devolución de lo adeudado.

Lo más decepcionante fue la postura del Círculo Rojo, el empresariado más rico de Argentina. Quien habló fue Paolo Rocca, dueño de Techint, la fábrica más grande del mundo de tubos de acero que, además, es argentina. Rocca fue crítico de los gobiernos peronistas por sus políticas de Estado presente, adhirió rápidamente a las políticas libertarias, sigue apoyando las reformas propuestas por Milei, sin embargo, en la reunión de la UIA de este viernes 14, le pidió que haga “política industrial” porque “con la política monetaria no alcanza”. Llegó al extremo de reclamar “un Estado más activo” después que el libertario lo destruyó con su apoyo. Política industrial y Estado activo, justamente la base de la justicia social del peronismo.

Los reclamos de Paolo no condicen con los libertarios que sostienen que la estabilidad macro es suficiente para atraer inversiones.

La ambivalencia del empresario ítalo-argentino son entendibles en quienes no ha vivido el derrotero histórico de los gobiernos liberales o no los han estudiado en profundidad, pero en el que heredó la empresa de su padre y que desde 1985, es parte activa y la proyectó al mundo, no puede asumirse inocente e ingenuo respecto a las consecuencias de las políticas liberales que padeció Argentina.