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Lanús le ganó a Vélez y se metió en los octavos de final de la Copa Argentina

El Granate se impuso por 2-0 y espera en la siguiente ronda por el ganador del partido entre Instituto y Huracán.



Lanús venció el miércoles por la noche por 2-0 a Vélez en un partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa Argentina llevado a cabo en el estadio Nuevo Francisco Urbano y se clasificó a la siguiente instancia del torneo.

Los goles para el “Granate” los convirtieron Ramiro Carrera, a los 22 minutos, y Eduardo Salvio, a los 37’, ambos en el primer tiempo.

Con este resultado, el conjunto dirigido por Mauricio Pellegrino se metió en los octavos de final del certamen, donde deberá aguardar para conocer a su rival que dependerá del ganador del choque entre Instituto de Córdoba y Huracán, con fecha y horario a confirmar.

Por su parte, el cuadro de Liniers se despidió de manera temprana de la Copa Argentina y profundizó el complicado presente que atraviesa. No obstante, los comandados por Guillermo Barros Schelotto se mantienen vivos en la Copa Libertadores, con la clasificación a octavos ya asegurada.

En el primer tiempo, el elenco granate lo pasó por arriba al rival y consiguió irse en ventaja al descanso con diferencia de dos goles de la mano de Ramiro Carrera y Eduardo Salvio, con una gran actuación de Marcelino Moreno.

Agustín Cardozo controló la pelota y metió un pase flotado por encima de la defensa del “Fortín” para la proyección del mediocampista de 31 años que, con gran categoría, definió por encima del arquero Tomás Marchiori y abrió el marcador.

Poco tiempo después, Lanús generó un contragolpe letal y amplió la diferencia en el resultado. Con Vélez mal parado, Ronaldo de Jesús envió un pase largo para Moreno, quien hizo la pasa y esperó por la llegada del delantero de Boca, lo habilitó y este definió raso al palo izquierdo del guardameta.

En tanto, el segundo tiempo se desarrolló de una manera completamente distinta a la etapa inicial. Con el combinado granate más replegado y listo para salir de contra, los de Liniers buscaron empujar al rival, pero sin la claridad necesaria para romper la defensa.