
En el marco de la situación epidemiológica regional y la emergencia sanitaria por influenza aviar, el Senasa reforzó los controles habituales sobre equipajes de pasajeros que ingresan o regresan al país en los puestos de frontera, para evitar la introducción de mercancías aviares susceptibles de transmitir el virus.
Recientemente, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAPA) de Brasil confirmó la detección de influenza aviar en una granja de aves comerciales en Río Grande do Sul, por lo que Argentina dispuso suspender temporalmente las importaciones de productos y subproductos de origen aviar, que eran certificadas como libres de IAAP por el país vecino.
Además, debido al impacto sanitario y comercial que significa la enfermedad, ahora el Senasa incrementó sus controles en las fronteras, a fin de verificar que no ingresen productos que pudieran vehiculizar el virus, como carne aviar, huevos frescos, aves domésticas, entre otros.
En agosto de 2023, Argentina fue autodeclarada y reconocida por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) como país libre de influenza aviar. Desde ese momento hasta la fecha, se recuperaron y abrieron más de 175 mercados internacionales para comercializar mercancías aviares.
Por ello, es fundamental fortalecer la fiscalización en los puntos de ingreso al país, como puertos, aeropuertos y pasos terrestres. Ante una detección productos de riesgo sanitario sin la correspondiente autorización, los agentes del organismo nacional deberán labrar un acta, decomisar la mercadería y destruirla de forma segura, en presencia del usuario.
Sobre la enfermedad
La influenza aviar es una enfermedad que puede propagarse rápidamente. Por su alto impacto en la producción y la sanidad en la avicultura, es de notificación obligatoria ante el Senasa, de acuerdo a lo dispuesto en la Resolución 153/2021.
Aquellas personas que trabajen o tengan aves deben notificar de inmediato si observan signos clínicos compatibles con la IAAP, tales como muerte súbita; fuerte disminución en el consumo de alimento y agua; merma en la producción de huevos o huevos deformes; inflamación de la cabeza, cresta, barbilla y patas; secreciones nasales, tos y dificultad para respirar; diarrea verdosa; problemas neurológicos (temblores, incoordinación, parálisis); plumas erizadas y aspecto decaído.